Me resulta fascinante como las cosas pueden cambiar en tan solo un abrir y cerrar de ojos. Como el rumbo de tu vida puede cambiar, o, mejor dicho,
como tú puedes cambiar el rumbo de tu vida teniendo un par de ideas claras. Y de eso es de lo que vengo a hablar hoy.
Hace dos años y pico me sentía como si estuviese en un barco sin rumbo alguno, sin saber a donde ir, sin saber que hacer. Y entonces tomé una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Cambiar de aires.
Irme un año a Inglaterra, sin preocupaciones, a estudiar ingles y vivir. Vivir y descubrir. Porque cuando te frustras con algo, lo mejor que puedes hacer es dejar de pensar en ello y ponerte a vivir. Asi que eso es lo que hice.
Vivir y descubrir.
Descubrí por donde quiero llevar mi vida, pasito a pasito, que yo nunca he sido muy de correr.
Viví. Viví y me conocí a mi misma. Y por que no, incluso maduré un poquito más.
Y ahora, me vuelvo a Inglaterra este verano, pero solo por verano, que quien me lo iba a decir a mi hace un año, o incluso hace un par de meses, que tenía otra idea totalmente diferente en la cabeza. Porque otra cosa no, pero cambiar de ideas lo hago continuamente. Y que bien sienta. Joder. Que bien sienta tener claro tus objetivos.
Asi que en Septiembre aquí estaré de vuelta, para seguir construyendo mi camino. Seguir viviendo y seguir aprendiendo.